sábado, 22 de diciembre de 2007

Llorar

Llorar: con las manos abiertas, la piel despellejada, los labios secos, los lagrimales vacíos, el hígado descompuesto, las rodillas fracturadas, los huesos desmoronados, las piernas débiles, el sexo muerto, las ganas desoladas.
Estar acá y estar allá, más allá de las palabras y más acá del dolor, a sólo cinco centímetros del último escalón, a veinte metros de la parada final, y la parada final ya es hoy, acá, ahora, ya, presente perfecto, presente imperfecto, presente desamparado.
Por la ventana entran fragmentos de desierto, la tierra seca llena mis ojos, mis ojos no ven nada, con las manos alcanzo las paredes y por las paredes repto hacia la puerta. La puerta pierde su consistencia, se abre como una bocanada de viento salvaje, me deslizo entre sus fauces y caigo muerta del otro lado. Sólo desierto. Agua muerta, o agua putrefacta, que es peor.
Estar acá y estar allá, desaparecer por los días breves y las noches inmensas, el mar aparece en el horizonte pero es demasiado pequeño, el mar es pequeño, el mar por dentro, mi mar por dentro, y una luna tremenda sobre ese mar por dentro.
Nos hemos comido todo, hemos devorado los días y las noches, no queda nada en el camino, llantos apenados y lágrimas pérdidas, no queda nada en el camino, las puertas son salvajes y devoran los caminos, el mar se asoma, pequeño, indefectible, irreversible, inmenso, inmenso al fin. El mar se asoma.
Por fin, el mar se asoma, y tiene el color de las palabras mías.

martes, 18 de diciembre de 2007

Alejandra dice

silencio
yo me uno al silencio
yo me he unido al silencio
y me dejo hacer
me dejo beber
me dejo decir


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viajera de corazón de pájaro negro
tuya es la soledad a medianoche
tuyos los animales sabios que pueblan tu sueño

en espera de la palabra antigua
tuyo el amor y su sonido a viento roto



Los dos, de Alejandra Pizarnik, En Otros poemas, 1959.
(de la edición de Obras completas).

domingo, 16 de diciembre de 2007

Saber que no se escribe para el otro, saber que esas cosas que voy a escribir no me harán jamás amar por quien amo, saber que la escritura no compensa nada, no sublima nada, que es precisamente ahí donde no estás: tal es el comienzo de la escritura.
R. Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso.

domingo, 9 de diciembre de 2007

amore e psiche


Sabemos que existe un espacio de libertad entre la carne
y el esqueleto
en el que las repeticiones, los lamentos
llegan atenuados;
un espacio de abrazos,
un cuerpo transfigurado.



En Masbedo - Houellebecq; Seguir vivo

miércoles, 5 de diciembre de 2007

De Pinter

siempre donde estás
en lo que hago
te volteas y tomas tus brazos

mi tacto se queda donde tú volteas
tu mirada está en mis ojos

al voltear para estrechar tus brazos
tomas mi tacto en ti

y tocas para estrechar en ti
la única forma de nuestra mirada
traigo tu rostro hacia mí

siempre donde estás
mi tacto te mira a los ojos para amarte.


H. Pinter, 1964.

martes, 27 de noviembre de 2007

Poema a pedido

Silencios

Destraban los silencios,
silencios que quedaban en los finales,
limpios de palabras.


Yo me escondo
debajo de esas voces,
que han pasado.


Yo, innombrable.


En Papel reciclado, de Valeria Iglesias.

A la Srta. principio de incertidumbre, que reclama actualizaciones poéticas.

martes, 20 de noviembre de 2007

Azotea, la gata




Maternidad con gata


Nuevísimos
más piar alborotados que maullido
puros ojos y orejas
-frágil gracia sin fin-
se trepan uno sobre el otro
reclamando salir.


La que hasta ayer
fue gesto arisco
salto intempestivo
altivo andar
los reconviene con ternura
-madrecita, paloma en arrullo, siempreviva-
con sigilosa precisión.


Y yo
desde la maravilla
y la torpeza
que casi ni me animo
a respirar.


Cristina Piña, del libro Pasajera en tránsito.


A nuestra gata, y sus 4 gatitos, nuevos y relucientes,
que desde ayer empezaron a abrir los ojos.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Mar afuera te abrazan los fondos más abiertos.


A veces mar adentro.



Alfredo Lichter, Lo oscuro mueve el mar.

martes, 30 de octubre de 2007

Estreno, al fin



Griegos

Viernes 9, 16, 23 y 30 de noviembre
Sábados 24 de noviembre, 1º de diciembre
Dos últimas funciones:
7 y 8 de diciembre


21:30 hs

En escena: Analía Juan, Maura Sajeva, Mauro Alegret
En piano: Noelia López
Dramaturgia: Daniela Martín, sobre textos de Carolina Muscará, Gastón Sironi, y propios, y sobre una versión libre de Agamenón, de Esquilo, por D. Martín, G. Sironi, y los actores
Vestuarios: Valeria Urigu
Diseño de luces: Rafael Rodríguez
Fotografía: Melina Passadore
Diseño gráfico: Rafael Rodríguez
Asistencia de dirección: Estefanía Moyano.
Dirección: Daniela Martín



En DocumentA/Escénicas. Lima 364. Córdoba.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Fragmentos de Novecento

El mar se ha despertado / el mar ha descarrilado / estalla el agua contra el cielo / estalla / aclara / arranca el viento nubes y estrellas / furibundo / se desata hasta cuándo / no se sabe / dura un día / acabará / mamá esto / no me lo habías dicho mamá / ro-ró ro-ró / te acuna el mar / y una mierda te acuna / furibundo / a tu alrededor / espuma y suplicio / loco el mar / hasta donde alcanza tu vista / sólo negro / y muros negros / y remolinos / y todos callados / esperando / que acabe de una vez / y naufragar / mamá yo no quiero hacer eso / quiero el agua mansa / que te refleja / quieta / estos / muros / absurdos / de agua / precipitándose / este ruido / quiero que vuelva el agua que tu sabías
quiero que vuelva el mar
silencio
luz
y peces voladores
por encima
volando.


Alessandro Baricco, Novecento.

Más Cummings

Sonetos- Actualidades


vivamos de pronto sin pensar

bajo los honetos árboles,
como
un río.elcerebro del agua
-hábilmente-ondulada persigue el airado sueño
de la orilla. A medianoche,
la luna
araña la piel de las colinas alineadas

una afilada nada empieza a cortar

vivamos como la luz que mata
y como el silencio,
pues después de todo está el Torbellino:
(después de mí)amor,ydespués de ti.
A veces siento vagas no
sabría decir cuán vagas tenues lanzas-
de presente y a Las flechas-del-Después obligando a hacer
a nuestras bocas algo rojo,algo alto



(la puntuación es así en en el original)

viernes, 19 de octubre de 2007

Dos de Calcanhotto

Mais Feliz (2000)
Dé Palmeira / Cazuza / Bebel Gilberto

O nosso amor não vai parar de rolar
De fugir e seguir com um rio
Como uma pedra que divide o rio
Me diga coisas bonitas
O nosso amor não vai olhar para trás
Desencantar nem ser tema de livro
A vida inteira eu quis um verso simples
Pra transformar o que eu digo
Rimas fáceis, calafrios
Furo o dedo, faz um pacto comigo
Num segundo teu no meu
Por um segundo mais feliz

[...]
Rimas fáceis, calafrios
Furo o dedo, faz um pacto comigo
Num segundo teu no meu
Por um segundo mais feliz


Del disco Maritmo



A Fábrica do Poema (1994)
Adriana Calcanhotto / Waly Salomão

Sonho o poema de arquitetura ideal
Cuja própria nata de cimento
Encaixa palavra por palavra, tornei-me perito em extrair
Faíscas das britas e leite das pedras.
Acordo!
E o poema todo se esfarrapa, fiapo por fiapo.
Acordo!
O prédio, pedra e cal, esvoaça
Como um leve papel solto à mercê do vendo e evola-se,
Cinza de um corpo esvaído de qualquer sentido
Acordo, e o peoma-miragem se desfaz
Desconstruído como se nunca houvera sido.
Acordo! os olhos chumbados pelo mingau das almas
E os ouvidos moucos,
Assim é que saio dos sucessivos sonos:
Vão-se os anéis de fumo de ópio
E ficam-me os dedos estarrecidos.
Metonímias, aliterações, metáforas, oxímoros
Sumidos no sorvedouro.
Não deve adiantar grande coisa permanecer à espreita
No topo fantasma da torre de vigia
Nem a simulação de se afundar no sono.
Nem dormir deveras.
Pois a questão-chave é:
Sob que máscara retornará o recalcado?

Del disco A fábrica do poema.

martes, 16 de octubre de 2007

Inventario

El viento traza dudas en la costa
y no otorgan tregua los molinos del mar.

El amanecer del desierto promete
que todo será al fin definible,
salvo la luna,
desnuda hasta el siguiente crepúsculo.

Se completa así la soledad
de la intemperie,
madrugada, acantilado,
cuando transparente por la lluvia de toda
la noche,
puede verse uno entre los huesos.


Alfredo Lichter, Lo oscuro mueve el mar.

domingo, 7 de octubre de 2007

Dos de Andrade

El amor

Estoy amándote como el frío
corta los labios.

Arrancando la raíz
a lo más diminuto de tus ríos.

Inundándote de dagas
de saliva esperma lumbre.

Estoy rodeado de agujas
tu boca más vulnerable.

Marcando en tus costados
el itinerario de la espuma.

Así es el amor: mortal y navegable.


Eugénio de Andrade
Versión de Alberto Ruy Sánchez

(gracias tania, www.cantodeespumas.blogspot.com)


Entra

Creo que fue la sonrisa,
la sonrisa fue quien abrió la puerta.
Era una sonrisa con mucha luz
dentro, y apetecía
entrar en ella,
quitarse la ropa, quedarse
desnudo dentro de aquella sonrisa.
Correr, navegar, morir en aquella sonrisa.

Dos lecturas teatrales

Y nadie se da cuenta de que si el teatro
no incomoda (gratamente en
ocasiones, no desdeñemos el masoquismo
del público) no está pasando nada.
Y la vida es muy breve como
para que no pase nada.
Sólo debemos escribir aquello que
nos cambie la vida.
Ética de ascetas.
Etica también de libertinos.
Pero renunciamos una y otra vez.
Nos falta coraje. Nos acobardamos.
Nos aterra saltar al vacío.


Frag. de La dramaturgia como sacrificio, del dramaturgo y director chileno Marco Antonio de la Parra.


Mujer: Me han colocado en las manos, durante toda una vida, millones de objetos terminados, minuciosamente acabados. ¿Y si no estoy hecha yo para esos objetos?
Nunca os lo habéis preguntado, vosotros, inventores de la talla única.
Me acabará creciendo el pelo y las uñas hacia adentro. Será mi mejor forma de apartarme.
Frag. de Matando horas, obra del director y dramaturgo Rodrigo García.

jueves, 4 de octubre de 2007

Luz

la luz que entra por la ventana
la luz que se cuela por las retinas
la luz que camina por la superficie de las cosas
la luz que se apaga cuando cerrás las manos
la luz que se describe en tu piel tersa
la luz que mantiene despiertos estos días tibios
la luz que desaparece al doblar las sábanas
la luz que carcome la música de la noche
la luz que es la muerte del sinsentido cotidiano
la luz que emana de tus labios cansados
la luz que se muere
la luz guardada en cajas
la luz desesperada
la luz de mi desierto
la luz de las piedras insuficientes
la luz de las piedras sin boca
la luz de las repeticiones hartantes
la luz que se desprende de la ausencia
la luz que es ausencia
la luz del camino perdido
la luz del desierto saturado

la luz de tus ojos cerrados

oscuridad, ahora

Una caja frágil, para Marié


Para las cajas frágiles de marié.
Foto de Rafael Rodríguez, que iba con mis cajitas de abajo abajo

lunes, 1 de octubre de 2007

De mí


(un poema, y una flor, para la primavera, para todos, para ser felices, la flor, y el deseo)



Libélula


el vuelo perfecto de una libélula,
entrando por la ventana,
del patio a la habitación,
el vuelo perfecto,
el desplazamiento aletargado,
las alas al compás,
el vuelo perfecto,
las ganas de nada,
la forma de la ausencia,
los días en vuelo,
el vuelo perfecto,
la libélula entrando por la ventana,
el desierto de la casa,
la casa vacía,
los sonidos filtrados,
liberados los recovecos,
el vuelo perfecto,
el amor se ha ido,
el desierto en esa casa,
la libélula no se detiene,
es perfecto su vuelo,
las habitaciones vacías,
el amor se ha ido,
las ganas muertas,
arrinconadas en las persianas,
el vuelo perfecto,
la libélula respira,
entrecortadamente respira,
las piedras secas,
el ritmo desanudado,
la canción enloquecida,
ahora aparece,
aparece en vuelo perfecto,
la libélula atraviesa,
atraviesa una casa vacía,
la libélula atraviesa,
el vuelo perfecto,
el patio en el fondo,
el silencio de la estructura,
la estructura que se rompe,
las cajas que se desarman,
el viento deambulando por la cocina,
las habitaciones siguen vacías,
esa casa vacía,
esa mujer vacía,
la libélula atraviesa,
en vuelo perfecto atraviesa,
en movimiento continuo atraviesa,
la libélula,
al fin, atraviesa.



Y la flor (de mi jardín, de las primeras que tuve)


Escribir

Hallarse en un agujero, en el fondo de un agujero, en una soledad casi total y descubrir que sólo la escritura te salvará. No tener ningún argumento para el libro, ninguna idea de libro es encontrarse, volver a encontrarse, delante de un libro. Una inmensidad vacía. Un libro posible. Delante de nada. Delante de algo así como una escritura viva y desnuda, como terrible, terrible de superar. Creo que la persona que escribe no tiene idea respecto al libro, que tiene las manos vacías, la cabeza vacía, y que, de esa aventura del libro, sólo conoce la escritura seca y desnuda, sin futuro, sin eco, lejana, con sus reglas de oro, elementales: la ortografía, el sentido.


Marguerite Duras, Escribir.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Otra canción

(gracias a mi mamá que la tradujo, Sting hace una versión preciosa)

Los molinos de viento de tu mente
Letra: Noel Harrison


Redondo como un círculo en un espiral
como una rueda dentro de otra rueda
sin fín y sin comienzo en una bobina que siempre gira
como una bola de nieve bajando por la montaña o un globo de carnaval
como un carrusel que gira, gira, alrededor de la luna
como un reloj cuyas manos pasan ligeramente por los minutos de su faz
y el mundo es como una manzana girando silenciosamente en el espacio
como los círculos que se encuentran
en los molinos de viento de tu mente

como un túnel que uno sigue hacia su propio túnel
bajando por un hueco a una caverna donde el sol nunca brilló
como una puerta que gira en un sueño olvidado a medias
como murmullos de una piedra que alguien tira a un arroyo
como un reloj cuyas manos pasan ligeramente por los minutos de su faz
y el mundo es como una manzana girando silenciosamente en el espacio
como los circulos que se encuentran
en los molinos de viento de tu mente

Llaves que tintinean en tu bolsillo
palabras discordes en tu cabeza
¿Por qué terminó tan pronto el verano?
¿Acaso fue algo que dije?
Amantes que caminan por la costa
dejando sus huellas en la arena
¿Acaso el sonido de tambores distantes... eran sólo los dedos de tu mano?
Cuadros colgados en un pasillo
o un fragmento de una canción
nombres y caras apenas recordadas
pero, ¿a quién le pertenecen?
Cuando supiste que todo había acabado...
¿Te diste cuenta de repente..
que las hojas de otoño se estaban convirtiendo
en el color de su cabello?

Como un círculo en un espiral
como una rueda dentro de una rueda
sin fín y sin comienzo
en una bobina que siempre gira
mientras las imágenes se desenvuelven
como los círculos que se encuentran
en los molinos de viento de tu mente

sábado, 22 de septiembre de 2007

Estuvimos en Amor







Arriba: Meli proyectada sobre la pared... Abajo de Meli: mi perra Gala, también proyectada en la pared (hermosa mi nena), después viene Caro, mi amiga poeta, que con sus poesías me mata el corazón, y sus dos hijas, Ana y Josefina, y, además, Mora y Francisca, todas princesas. Y, en la última foto, mi amigo Adri, y yo, leyendo cartas de amor, las cartas de amor más luminosas que me han escrito.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Dos más de Brecht

Jamás, ma soeur, te he amado tanto


Jamás, ma soeur, te he amado tanto
como cuando me fui de ti en aquel crepúsculo.
Me engulló el bosque, el bosque azul, ma soeur,
sobre el que los pálidos astros quedaban para siempre ya al
oeste.

No me reí ni lo más mínimo, nada nada, ma soeur,
yo, que jugando me dirigía a mi oscuro destino -
mientras que ya los rostros tras de mí
lentos palidecían en el atardecer del bosque azul.

Todo fue hermoso en aquella tarde única, ma soeur,
y nunca más después; tampoco antes -
claro que sólo me quedaban ya los grandes pájaros
que al atardecer tienen hambre en el oscuro cielo.


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El primer soneto

Cuando en su momento nos dividimos en TÚ y YO
y nuestras camas estaba AQUÍ y ALLÍ,
designamos una palabra insignificante
para que significara: estoy tocándote.

No parece que consuele decir algo así,
pues el tacto mismo es insustituible,
pero "ella" al menos se hizo tan invulnerable
y protegida como un objeto empañado.

Quedó adjudicada y retirada, sin embargo,
no podía usarse y, aún así, seguía estando presente,
no estaba allí, pero no se había ido

y cuando había gente extraña a nuestro alrededor
usábamos a menudo esa palabra
y de inmediato sabíamos que nos amábamos.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Dos de Ungaretti

Mañana (Santa María La Longa, 26 de enero de 1917)

Me ilumino
de inmenso

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Junio (Campolongo, 5 de julio de 1917)

Cuando
se me muera
esta noche
y como otro
pueda mirarla
y me adormezca
al rumor
de las olas
que terminan
de enrollarse
a la cinta de acacias
de mi casa


Cuando me despierte
en tu cuerpo
que se modula
como la voz del ruiseñor


Se extenúa
como el color
reluciente
del grano maduro


En la transparencia
del agua
el oro de seda
de tu piel
se encarnecerá de moreno


Librada
de las lajas
sonoras
del aire serás
como un pantera


A los cortes
móviles
de la sombra
te deshojarás


Rugiendo
muda en
aquél polvo
me sofocarás


Después
entornarás los párpados


Veremos nuestro amor reclinarse
como tarde


Después veré
serenado
en el horizonte de alquitrán
de tus iris morirme
las pupilas


Ahora
el sereno está cerrado
como a esta hora
en mi país de África
los jazmines.


He perdido el sueño


Oscilo
a orillas de un camino
como una luciérnaga


¿Se me morirá esta noche?

jueves, 13 de septiembre de 2007

Un destello de Artaud

Sobre el cristal de su espirítu, la armadura susurrante del cielo traza siempre los mismos signos amorosos, las mismas cordiales correspondencias que tal vez podrían salvarlo de ser hombre, si consintiera en salvarse del amor.Es necesario que ceda. Ya no aguantará. Cede. Ese burbujeo melódico lo apura. Su sexo late: un viento atormentador murmura, y su ruido es más alto que el cielo. El río arrastra cadáveres de mujeres. ¿Se trata de Ofelia, Beatriz, Laura? No, tinta, no, viento, no, cañas, riberas, orillas, espuma, copos. Basta de barreras. Con su deseo, Abelardo se armó una barrera. En la confluencia del empuje atroz y melódico. La arrastrada y trasportada es Eloísa, su Eloísa, Y QUE ES ESO LO QUE QUIERE.



Fragmento de El claro Abelardo, en El arte y la muerte, A. Artaud.

martes, 11 de septiembre de 2007

Barthes y sus fragmentos amorosos

El cuerpo del otro.

CUERPO. Todo pensamiento, toda emoción, todo interés suscitados por el cuerpo amado.

1.
Su cuerpo estaba dividido: por una parte, su cuerpo propio -su piel, sus ojos-, tierno, cálido, y, por la otra, su voz, breve, contenida, sujeta a accesos de distanciamiento, su voz, que no daba lo que daba su cuerpo. O incluso: por un lado, su cuerpo mullido, tibio, justamente suave, afelpado, jugando con la timidez, y, por el otro, su voz -la voz, siempre la voz- sonora, bien formada, mundana, etc.

2.
A veces una idea se apodera de mí: me pongo a escrutar largamente el cuerpo amado (como el narrador antes el sueño de Albertina). Escrutar quiere decir explorar: exploro el cuerpo del otro como si quisiera ver lo que tiene dentro, como si la causa mecánica de mi deseo estuviera en el cuerpo adverso (soy parecido a esos chiquillos que desmontan un despertador para saber qué es el tiempo). Esta operación se realiza de una manera fría y asombrada; estoy calmo, atento, como si me encontrara ante un insecto extraño del que bruscamente ya no tengo miedo. Algunas partes del cuerpo son particularmente apropiadas para esta observación: las pestañas, las uñas, el nacimiento de los cabellos, los objetos muy parciales. Es evidente que estoy entonces en vías de fetichizar a un muerto. La prueba de ello es que, si el cuerpo que yo escruto sale de su inercia, si se pone a hacer algo, mi deseo cambia; si, por ejemplo, veo al otro pensar, mi deseo cesa de ser perverso, vuelve a hacerse imaginario, y regreso a una Imagen, a un Todo: una vez más, amo.
Roland Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Auster también escribe poemas

Credo.


Las infinitas

cosas diminutas. Por una vez
respirar tan sólo
a la luz

de las infinitas

cosas diminutas
que nos rodean. O nada
logra romper

la atracción de esta oscuridad, el ojo
descubrirá que no somos
sino aquello que nos ha hecho
menos de lo que somos. No decir nada. Decir:
nuestras propias vidas

dependen de ello.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Los poemas de amor de B. Brecht

Quiero ir con aquél a quien amo.

Quiero ir con aquél a quien amo.
No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo.

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Para leer por la mañana y por la noche.

Aquél a quien amo
me ha dicho
que me necesita.

Por eso
cuido de mí,
me fijo en mi camino y
de cada gota de lluvia temo
que me pueda matar.

sábado, 25 de agosto de 2007

Algo sobre Maqroll

Ahora, lo importante es aprender a ver, llegar a saber ver, ver todo: las cosas, las personas, el cielo, los montes, el mar y sus criaturas. Todo lo que vemos esconde siempre una parte, la deja en la sombra. Allí hay que llegar, iluminar, descubrir, descifrar. Nada puede quedar oculto. Lo sé: es mucho pedir. Pero no hay otro remedio. El mar, por ejemplo; usted que lo ha transitado tanto y lo conoce tan bien. El mar es lo más importante que hay en el mundo. Hay que saber verlo, seguir sus cambios de humor, escucharlo, olerlo. ¿Sabe por qué? Por algo muy simple que todos creen saber pero creo que no acaban de entenderlo a fondo: porque allí nació la vida, de allí salimos y una parte nuestra siempre estará sumergida allá entre las algas y las profundidades en tinieblas. Ahora ya casi estoy listo para emprender un viejo sueño que me ha perseguido desde hace años: pintar el viento. Sí, no ponga esa cara. Pintar el viento, pero no el que pasa por los árboles ni el que empuja las olas y mece las faldas de las muchachas. No, quiero pintar el viento que entra por una ventana y sale por otra, así, sin más. El viento que no deja huella, ése tan parecido a nosotros, a nuestra tarea de vivir, a lo que no tiene nombre y se nos va de entre las manos sin saber cómo. El viento que usted, como Gaviero, ha visto venir tantas veces hacia las velas y a menudo cambia de rumbo y nunca llega. Ése es el que voy a pintar. Nadie lo ha hecho todavía. Yo lo voy a hacer, ya verá. Es cosa de saberlo sorprender en el preciso instante en que su paso no tiene duda posible. Para eso, lo sé, hay que saber mirar, ya se lo dije; mirar el lado oculto de las cosas. Con el viento es lo mismo y lo que en verdad yo sé hacer es eso: mirar, mirar hasta no ser uno mismo. Bueno, ¡qué carajo! Ya me perdí otra vez, pero creo que usted me entiende, Maqroll, porque si no me entiende estamos jodidos.
Álvaro Mutis, Razón verídica de los encuentros y complicidades de Maqroll el Gaviero con el pintor Alejandro Obregón.

lunes, 20 de agosto de 2007

Todavía hoy, en las tierras de Carewall, relatan todos aquel viaje. Cada uno a su manera. Todos sin haberlo visto nunca. Pero no importa. No dejarán nunca de relatarlo. Para que nadie pueda olvidar lo hermoso que sería si, para cada mar que nos espera, hubiera un río para nosotros. Y alguien -un padre, un amor, alguien- capaz de cogernos de la mano y de encontrar ese río -imaginarlo, inventarlo- y de depositarnos sobre su corriente, con la ligereza de una sola palabra, adiós. Eso, en verdad, sería maravilloso. Sería dulce la vida, cualquier vida. Y las cosas no nos harían daño, sino que se acercarían traídas por la corriente, primero podríamos rozarlas y después tocarlas y sólo al final dejar que nos tocaran. Dejar que nos hirieran, incluso. Morir por ellas. No importa. Pero todo sería, por fin, humano. Bastaría la fantasía de alguien -un padre, un amor, alguien. Él sabría inventar un camino, aquí, en medio de este silencio, en esta tierra que no quiere hablar. Camino clemente, y hermoso. Un camino de aquí al mar.
Océano mar, Alessandro Baricco

Uno de mis mares



Y un poema de Paul Celan:

Brillo

Con silencioso cuerpo
yaces en la arena a mi lado;
sobre ti, las estrellas.

................................


¿Refractó un rayo
hacia mí?
¿O fue la vara
rota sobre nosotros
la que así brilla?

jueves, 16 de agosto de 2007

Cuando decidí partir, dejar lo que amaba y era mío, sabía que era para siempre, que no iba a ser una simple ausencia, sino un acto irreparable, penoso y vergonzante, como una fuga. En realidad todas mis partidas fueron fugas. Creo que es la única forma de irse. Pero antes de huir quería ver lo que dejaba, cargar mi corazón de imágenes para no contar mi vida ya en años sino en montañas, en gestos, en infinitos rostros, nunca en cifras sino en ternuras, en furores, en penas y alegrías.

La casa y el viento, H. Tizón.

domingo, 12 de agosto de 2007

al principio fue el golpe
un silencio repentino
absurdo, casi
casi inteligible

después sobrevino la tranquilidad
una pasmosa calma
serena necesidad de silencio

ahora
el silencio
es casi ensordecedor
no me deja dormir
casi no puedo cerrar los ojos
casi no puedo respirar

la noche se hace larga
eterna
el viento suena tras las ventanas
estamos en agosto
es el mes de los vientos
los vientos están impacientes
quieren irse
ya se han ido

los dejo
que golpeen los vidrios
pero no les abro
no les voy a abrir
no puedo abrirles
duelen con sus ruidos
duelen tanto

siempre el mismo ciclo
siempre el mismo
la misma lanza
que atraviesa, destroza, y renace

siempre igual

como tus ojos
devorándose a los míos

silencio, ahora

sábado, 4 de agosto de 2007

Cummings, y el cuerpo

quiero mi cuerpo cuando está con tu
cuerpo. Es algo tan nuevo.
Los músculos mejor y aún más los nervios,
quiero tu cuerpo, quiero lo que hace,
quiero sus modos, quiero el tacto de su espina
dorsal, sus huesos y la palpitante
-lisura-fiel que he de
otra vez otra y otra
besar, quiero besarte aquí y allí,
quiero, lentamente palpar, rozar el vello
de tu eléctrica piel, y aquel que nace
sobre la hendida carne... Y ojos grandes migas de amor,

y tal vez quiero el estremecimiento

bajo de mí de ti tan nueva

domingo, 29 de julio de 2007

Al ras el mundo


imagina si esto
si un día esto
un buen día
imagina
si un día
un buen día esto
cesara
imagina

samuel beckett, quiebros y poemas

lunes, 23 de julio de 2007

Otra letra, para el recuerdo

Rayos del sol a la hora del sol
ella estaba en cualquiera
en cualquier estación esperando una fatalidad,
o un llamado del cielo

siente un mareo de baja presión
por lo menos le queda ese poco de humor
¿para qué? si una pasa buscando
y perdiendo certezas.

sólo cuando se va
sólo cuando no está en esto, amor
le hace bien
meterse en su laberinto carrousel
le hace bien

nada está aquí ni mejor ni peor
solamente sus ojos cambian de color
a una hora del día
se tiñen de un ámbar violeta

nadie ni nadie la vio
ahora tiene un gran cuerno bajo el corazón
y se escapa de todos los hombres
que quieren tenerla

sólo cuando se va,
sólo cuando no está en esto amor.


Ámbar violeta, Fito Páez.

La letra de una canción

Tengo tiempo
para saber si lo que sueño
concluye en algo
No te apures ya más, loco
porque es entonces cuando las horas
bajan, el dia es vidrio sin sol
bajan, la noche te oculta la voz
y ademas vos queres sol
despacio tambien podes hallar la luna

Viejo roble
del camino
tus hojas siempre se agitan algo
Nena, nena
que bien te ves
cuando en tus ojos no importa si las horas
bajan, el dia se sienta a morir
Bajan, la noche se nubla sin fin
y ademas vos sos el sol
despacio tambien podes ser la luna

Pescado rabioso, Bajan

viernes, 20 de julio de 2007

Y vos, sabés cuál es tu norte?



martes, 17 de julio de 2007

hay un orden invisible en las cosas, un orden casi ingrávido, leve, aéreo, un orden invisible, veamos el mar, el mar por dentro, el mar no se asienta, no se detiene, es, desprendido de su cuerpo, enajenado en su inmensidad, dilatado en su extensión, el mar es, ingrávido, leve, el mar por dentro, casi ni se mueve, casi ni se desarma, su orden es cero, pura armonía coreográfica, detenido en el movimiento mismo, engrandecido ante tanto, saturado de su misma piel, plegado en su mismo cuerpo, interrupción de continuidades, pared de la lógica, muro de entendimientos, el mar es, no se suspende, no se conmueve, no se emociona, ensimismado de silencio, abstraído en lo inmemorial, borrando las huellas, el mar desarmando el camino, el mar es eso que trastorna el recorrido, eso que lo borra, el mar es puro desajuste, es pura danza, baile arcaico, canción urgente, el mar es el orden invisible de las cosas, el mar es la canción sorda de las cosas, la memoria de las cosas, el mar alivia las cosas, las alivia y las hunde, el mar traga las cosas, engulle las formas, las nivela a grado cero, el mar quiere ser, por sobre todas las cosas, en el orden invisible de esas cosas, el mar es esa canción, ese arrullo, que indefectiblemente, y a breve plazo, nos va a comer, nos va a alisar, nos va a devastar, entonces, devastados, demolidos, asolados, arrasados, cantaremos, murmuraremos, el mar es, en el orden invisible de las cosas, el mar es

viernes, 13 de julio de 2007

Noticias del mar

Podría ser un refugio perfecto. Invisibles para cualquier enemigo. Suspendidos. Blancos como los cuadros de Plasson. Imperceptibles incluso para nosotros mismos. Pero hay algo que agrieta este purgatorio. Y es algo de lo que no puedes escapar. El mar. El mar encanta, el mar mata, conmueve, asusta, también hace reír, a veces desaparece, de vez en cuando se disfraza de lago, o bien construye tempestades, devora naves, regala riquezas, no da respuestas, es sabio, es dulce, es potente, es imprevisible. Pero, sobre todo, el mar llama. Es lo único que hace, en el fondo: llamar. No se detiene nunca, te entra dentro, se te echa encima, es a ti a quien quiere. Puedes disimular, no te sirve de nada. Seguirá llamándote. Este mar que estás viendo y todos los otros que no verás, pero que estarán siempre al acecho, pacientes, un poco más allá de tu vida. Los oirás llamar infatigablemente. Sucede en este purgatorio de arena. Sucedería en cualquier paraíso, y en cualquier infierno. Sin explicar nada, sin decirte dónde, habrá siempre un mar que te llamará.


Alessandro Baricco, Océano mar.

El amor, según A. Baricco (III)

La música es lo más difícil, ésa es la verdad, la música es lo más difícil de encontrar, para decírselo, tan cerca uno del otro, la música y los gestos, para disolver la pena, precisamente cuando ya no hay nada que hacer, la música apropiada para que, de alguna manera, sea una danza y no un desgarrón ese marcharse, ese deslizarse, hacia la vida y lejos de la vida, extraño péndulo del alma, redentor y asesino, si supiera uno bailarlo haría menos daño, y por eso los amantes, todos, buscan esa música, en ese momento, dentro de las palabras, en el polvo de los gestos, y saben que, si tuvieran coraje, sólo el silencio sería música, música exacta, un largo silencio amoroso, un claro en la despedida y un cansino lago que al final se desliza por la superficie de una pequeña melodía, aprendida desde siempre, para cantarla en voz baja...
Alessandro Baricco, Océano mar.

jueves, 12 de julio de 2007

El amor, según M. Yourcenar (II)

Amar con los ojos cerrados es amar como un ciego. Amar con los ojos abiertos tal vez sea amar como un loco: es aceptarlo todo apasionadamente. Yo te amo como una loca.
***
Utilidad del amor. Los voluptuosos se las componen para realizar sin él la exploración del placer. No se sabe qué hacer con el deleite durante durante una serie de experiencias sobre la mezcla y combinación de los cuerpos. Después, se da uno cuenta de que aún quedan descubrimientos por hacer en tan oscuro hemisferio. Necesitábamos el amor para que nos enseñara el Dolor.
Marguerite Yourcenar, Fuegos.

miércoles, 4 de julio de 2007

El lenguaje, III.

(de Alejandra Pizarnik, más)
La palabra que sana

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.
Los de lo oculto

Para que las palabras no basten es preciso alguna muerte en el corazón.
La luz del lenguaje me cubre como una música, imagen mordida por los perros del desconsuelo, y el invierno sube por mí como la enamorada del muro.
Cuando espero dejar de esperar, sucede tu caída dentro de mí. Ya no soy más que un adentro.

Nuevamente, de: El infierno musical, 1971.

sábado, 30 de junio de 2007

El lenguaje, II.

La creación es el resultado de la imperfección. Del esfuerzo por conseguir algo y de la frustración. Y de ahí es de donde creo que nació el lenguaje. Es decir, fue el resultado de nuestro deseo de superar nuestro aislamiento, y tener cierto tipo de conexión entre nosotros. Debía ser fácil cuando se trataba de simple supervivencia. Ya sabes… “agua”. Inventamos un sonido para ella. O “tigre dientes de sable justo detrás de ti”. Inventamos un sonido para eso. Pero se vuelve realmente interesante, creo, cuando usamos ese mismo sistema de símbolos para comunicar todas las cosas abstractas e intangibles que experimentamos. ¿Qué es, por ejemplo, frustración? ¿Enojo o amor? Cuando yo digo “amor” el sonido sale de mi boca y llega al oído de la otra persona, viaja a través de este conducto bizantino en su cerebro, sabes, a través de sus memorias de amor o de falta de amor, y registra lo que estoy diciendo y dice: Sí, lo entiendo. ¿Pero cómo sé yo que lo entiende? Porque las palabras son inertes. Son sólo símbolos. Están muertas, ¿sabes? Y muchas de nuestras experiencias son intangibles. Gran parte de lo que percibimos no puede ser expresado. Es indescriptible. Y aún así, cuando nos comunicamos entre nosotros, y nosotros sentimos que hay una conexión, y pensamos que somos entendidos, creo que tenemos una sensación de una comunión casi espiritual. Esa sensación puede ser pasajera, pero es para lo que vivimos.

Fragmento de la película "Waking life", dirigida por Richard Linklater.
El lenguaje, I.


A menudo es necesario no nombrar aquello de lo que hablamos. El Dios invisible de los hebreos, por ejemplo, tenía un nombre impronunciable, y cada uno de los noventa y nueve nombres que la tradición asigna a este Dios no eran sino modos de aceptar aquello-que-no-puede-ser-visto y aquello-que-no-puede-ser-comprendido. Pero aun en un plano menos exaltado, en el dominio de lo propiamente visible, evitamos a menudo divulgar aquello de lo que hablamos. Consideremos la partícula "lo". "Es lo de siempre", decimos, o "¿Cómo lo ves?" Creemos que sabemos lo que decimos, y lo que queremos decir es que la partícula "lo" representa lo que no necesita ser dicho, o lo que no puede ser dicho. Mas si lo que decimos es algo que nos elude, algo que no comprendemos, ¿cómo podemos seguir diciendo que de verdad comprendemos lo que decimos? Y, no obstante, sobra decir que lo hacemos. El "lo" de la frase precedente, por ejemplo, no es sino cuanto nos impulsa, de hecho, al propio acto de hablar. Y si la partícula "lo" es lo que continuamente reaparece en nuestro esfuerzo por definirlo, entonces hemos de aceptarlo como aquello que nos es dado de antemano, como la condición previa al acto de decirlo. Se ha dicho, por ejemplo, que las palabras falsifican lo que tratan de decir, pero decir que "lo falsifican" es admitir de antemano que "lo falsifican" es verdad, de lo que se deduce que tenemos una fe implícita en el poder de las palabras para decir lo que quieren decir. Y no obstante, cuando hablamos, a menudo no queremos decir nada en particular, y esto es lo que sucede ahora, al sentir que estas palabras caen de mi boca y se desvanecen en el silencio del que vinieron. En otras palabras, lo que se dice se dice a sí mismo, y nuestras bocas no son sino instrumentos de ese decirse a sí mismo. ¿Cómo sucede? Pero nunca nos preguntamos acerca de lo que sucede. Lo sabemos, aunque no podamos ponerlo en palabras. Y a ese sentimiento que pervive en nuestro interior, a ese secreto o conocimiento de tal modo afinado con el mundo, no le hace falta cuanto pueda caer de nuestras bocas. Nuestros corazones saben lo que albergan, incluso si nuestras bocas permanecen calladas. Y el mundo sabrá lo que es, incluso cuando nada quede en nuestros corazones.
Paul Auster, Espacios blancos, en: Pista de despegue.

lunes, 25 de junio de 2007

L'obscurite des eaux

Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis aguas, me digo mis silencios. Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme. Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia desconocida. A mí me han dado un silencio pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada como el único pájaro en el viento.

Alejandra Pizarnik, El infierno musical, 1971.
Sugerencia del cheff:

Perro al horno...
¿con papas?
¿o zanahorias?
Esperamos propuestas culinarias!!!!














sábado, 23 de junio de 2007

Familia numerosa







estoy sentada
frente a la ausencia del mundo
frente al paisaje de las palabras
al borde de la añoranza
de cara a fotos viejas


levanto un pie
y pequeña,
una huella se disuelve
bajo el aire que me sostiene
bajo el sopor de una cama distendida


con mi mano dibujo mariposas
que como jaurías envuelven
el breve círculo que me rodea
deshaciendo un posible círculo mágico
disolviendo cada sonido arrinconado


entono melodías pesadas
desarmo las sobras de este día
logro desajustar las huellas y los rostros
despeino la fisonomía de este instante
logro abrir los ojos


y estoy sentada
de cara a fotos viejas


frente a la ausencia del mundo
frente al paisaje de algunas palabras


corro
entonces
corro
a la otra orilla
del otro lado de este mar
y del otro lado de mí

lunes, 4 de junio de 2007

Poemas que me van gustando...
para compartir


He vivido la hora en que el rostro impasible
se descompone en una mueca cruda:
se descubrió un instante una pena invisible.
No lo advierte el gentío que en la calle se apura.

Palabras mías, en vano negáis la mordedura
secreta, el vendaval del corazón.
La razón de quien calla es más veraz.
El canto que solloza es un canto de paz.

Eugenio Montale, Huesos de jibia.


Si pudiera decir qué, quién soy
erigir contra el tiempo una imagen
y no estos pasos, blancos de luz sobre la arena.
Pero no sé quién soy, y caminar dormido,
agrillado en sueños por la orilla,
es todo el ardid que tengo.

Walter Cassara, Máquina de trinar


Devuélveme a la noche, allí sé llorar.

Adriana Arédez, La piel del agua (frag.)


Canções
release para o disco Canções, de Péricles Cavalcanti, 1992

Uma canção não é uma letra entoada. Uma canção não é uma melodia que diz. Uma canção é algo que ocorre entre verbo e som, sem privilegiar nenhum deles. Ante uma canção de verdade, qualquer comentário crítico que separa letra e música parece patético. A canção não é um código composto pela junção de dois códigos primários, pois sua origem conjunta é anterior a essa divisão. A palavra cantada antecede a poesia falada ou escrita, a música instrumental, os frutos especializados do tempo do homem.
O amor
Folha de São Paulo, 12/06/95,
caderno Cotidiano, especial para o dia dos namorados
O amor, sem palavras. Ou. A palavra amor, sem amor. Sendo amor, ou. A palavra ou. Sem substituir nem ser substituída por. Si, a palavra si, sem ser de si gnada ou gnificada por. O amor. Entre si e o que se. Chama amor, como se. Amasse (esse pedaço de papel escrito amor). Somasse o amor ao nome amor, onde ecoa. O mar, onde some o mar onde soa. A palavra amor, sem palavras.
Arnaldo Antunes

domingo, 3 de junio de 2007




























sólo sal, sal, sal
el agua se secó
sólo sal
tanta sal
ensimismada y apocada
desmesurada y atontada
mi perra gala, la alocada
descubre, casi postrada
que la lectura apasionada
de literatura rebuscada
inyecta en sus cascadas
de emperradas manadas
unas insólitas ganas anonadadas
de gente literaturizada
oh gala
oh gala
oh gala
que será de gala
con su alocada
pasión enrevesada
por la literatura rebuscada
oh gala
oh gala
oh gala

viernes, 20 de abril de 2007

Cummings, el amor, y el mar















maggie y milly y molly y may
fueron a la playa (un día a jugar)

y maggie descubrió una concha que cantaba
tan dulcemente que ella no pudo recordar sus problemas

y milly auxilió a una estrella varada
cuyos rayos eran cinco lánguidos dedos

y a molly la persiguió una cosa horrible
que corría de lado y exhalaba burbujas

y may regresó a casa con una piedra redonda y pulida
tan pequeña como un mundo y tan grande como la soledad

porque cualquier cosa que perdamos (como un tú o un yo)
es siempre a nosotros mismos, a quienes encontramos en el
mar


e.e. cummings



















quién sabe si la luna
no es un globo, que viene de una hermosa ciudad
en el cielo, lleno de gente linda
Y si tú y yo pudiéramos entrar en él, si ellos
nos admitieran a mí y a ti en su globo
entonces
ascenderíamos con toda esa gente linda
más alto que las casas, los campanarios y las nubes
y bogaríamos y bogaríamos lejos, muy lejos
hacia una hermosa ciudad que nadie ha visitado jamás,
donde siempre es Primavera
y todo el mundo está enamorado
y las flores se cortan ellas mismas


e.e. cummings

lunes, 9 de abril de 2007

De noche, el mar

De noche, el mar
arena bajo la piel
la piel junto a otra piel
y no mucho más


De noche
el viento
el mar
la piel
y no mucho más

martes, 3 de abril de 2007

la memoria reposa
sobre campos minados
ciudades invisibles
cuerpos enfermos
ojos ciegos
oídos sordos

la memoria habita
dentro de un placard
en un cuarto
al fondo de un burdel
vendida a dos centavos la hora

la memoria existe
en el fondo de un lago
en la cola de algunos aviones
en un número repetido
en el desamparo de la ausencia

nada, nunca, nadie
sabrá decirnos
nombrarnos
repetirnos
la memoria
ni vos ni yo
ni tus ojos
durmiendo sobre los míos

domingo, 18 de febrero de 2007

Postales from the lake

En un velerito called Ojalá













intentando...


















un capitán y su trimador...
















y de fondo... de nuevo el lago














Cajas